El futuro de la construcción también se juega en el agua. Así como en Róterdam funciona una granja flotante capaz de producir leche con energía solar, eólica y sistemas de reutilización de agua, hoy podemos imaginar nuevas tipologías que se adapten a los desafíos del cambio climático y la falta de suelo disponible.
Los edificios modulares flotantes permiten crear espacios versátiles, sostenibles y trasladables: desde un auditorio para conciertos y eventos culturales hasta complejos habitacionales, restaurantes o laboratorios. Estas plataformas se diseñan con estructuras livianas de steel frame, paneles térmicos y sistemas de energía renovable, asegurando confort y resiliencia frente a inundaciones o subidas del nivel del mar.
Además, integran tecnologías de purificación, desalinización y reutilización de agua, junto con controles de eficiencia energética. La lógica es clara: transformar el agua en un soporte para la vida, la producción y la cultura.
Construir sobre el agua ya no es una utopía: es una oportunidad real de combinar diseño, tecnología y sustentabilidadpara dar nuevas respuestas a nuestras ciudades y comunidades.